top of page

La muerte no es nada para nosotros

La base de la filosofía de Epicuro reside en defender que el objetivo de la vida es la paz del espíritu, o tranquilidad. Argumenta que tanto el placer como el dolor son el origen del bien y del mal, y que cualidades como la virtud y la justicia proceden de esas mismas raíces, ya que “es imposible vivir una vida placentera sin sabiduría, sin honor y sin justicia, y es imposible vivir con sabiduría, con honor y con justicia sin una vida placentera”.

Frecuentemente se interpretar erróneamente que el pensamiento epicúreo consiste sencillamente en la búsqueda de los placeres sensuales. Para Epicuro, el mayor de los placeres solamente se alcanza por medio del conocimiento, la amistad y una vida moderada, carente de miedo y de dolor.

"Lee un buen libro, has tus tareas, toma un buen café y comparte tiempo con los amigos"

EPICURO.png

Epicuro

Nació en la isla de Samos. Epicuro empezó a estudiar filosofía con un alumno de Platón. El año 323 a.C. falleció Alejandro Magno, lo que dio lugar a conflictos políticos que obligaron a su familia a huir a Colofón (ahora Turquía). Allí prosiguió sus estudios con Nausífanes, seguidor de Demócrito.

 

Enseñó brevemente en Mitilene, en la isla de Lesbos, y en Lámpsaco, en la península griega, antes de trasladarse a Atenas el año 306 a.C. Fundó una escuela, conocida como el jardín, que consistía en un grupo de amigos y seguidores. Fue allí donde desarrolló con enorme detalle la filosofía que posteriormente se conocería como epicureismo.

El miedo a la muerte

Unos de los principales obstáculos a la hora de alcanzar la tranquilidad de espíritu es el miedo a la muerte, y ese miedo se acrecienta con la creencia religiosa de que, si se incurre en la ira divina, el castigo durante la otra vida será muy severo. Epicuro, en lugar de proponer un estado alternativo de inmortalidad, trata de explicar la naturaleza de la muerte. Primero, propone que cuando morimos, no somos conscientes de nuestra muerte, porque nuestra conciencia deja de existir en ese momento. Si no se puede percibir nada, ni mental ni físicamente, cuando morimos, es absurdo dejar que el miedo a la muerte nos cause dolor cuando todavía estamos vimos.

Aunque muy devotos, Epicuro no atrajo muchos seguidores en vida, y como se consideraba que atentaba contra la religión, fue bastante impopular. La corriente filosófica principal no le prestó demasiada atención durante siglos, pero volvió a cobrar importancia en el siglo XVIII, con las ideas de Jeremy Bentham y de John Stuart Mill.

El objetivo de la vida es la Felicidad

La muerte es el fin de las sensaciones, por lo que no puede causar daño físico.

La muerte es el fin de la conciencia, por lo que no puede causar daño emocional.

La infelicidad es la consecuencia del miedo, y la muerte es nuestro mayor miedo.

No debemos temer a la muerte.

Si superamos el miedo a la muerte,  podremos ser felices.

Referencias:

Dorling Kindersley Ltd. (2011). El libro de la filosofía. En W. Buckingham, D. Burnham, C. Hill, P. J. King, J. Marenbon, M. Weeks, & Otros, El libro de la filosofía (págs. 64-65). Londres: Dorling Kindersley Ltd. y Penguin Random House.

https://dkespanol.com/

bottom of page