Epicuro(340-270 a. C.)
Nacido en una época marcada por la decadencia del mundo griego, Epicuro se dedicó a encontrar la felicidad en una vida sin inquietudes. Su doctrina, el epicureísmo, defiende que la búsqueda del placer es el verdadero propósito de la vida. Con el paso del tiempo, la incorrecta interpretación de sus ideas tergiversó el verdadero significado de sus enseñanzas.
Origen atomizado. El epicureísmo se vertebraba alrededor de tres ideas distintas. La primera afirmaba que las sensaciones, que nos permiten el contacto con el mundo exterior, son criterios de la verdad. La segunda, que el mundo se compone de minúsculos elementos, los átomos, que combinados de maneras distintas dan origen a todas las cosas. Y la terce- ra, que nada nace de la nada, pero que los átomos se combinan y recombinan infinitas veces. Esta concepción de la naturaleza permite una visión moral del mundo sin perturbaciones. Si sólo somos una composición de átomos, y si las sensaciones nos empujan a huir del dolor, la felicidad consistirá en escapar de los excesos buscando una vida equilibrada y virtuosa. Ni la muerte nos debe asustar. Mientras existimos, ella no está presente y, cuando viene, como átomos que somos, nuestra desintegración y la ausencia de sensaciones impiden que suframos. Epicuro profesó un desapego total por los bienes materiales y buscó la paz a través de la amistad y la actividad intelectual. Para él, esa era la verdadera esencia del placer.